Situado a los pies del monte de los olivos se encuentra el Jardín de Getsemani (huerto de los olivos) y donde de acuerdo a los escritos del nuevo testamento Jesús de Nazaret fue entregado a los soldados traicionado por su discípulo Judas.
De acuerdo a los diversos pasajes que hablan de Getsemani en el nuevo testamento, una vez terminada la cena (ultima cena) Jesús y sus discípulos se dirigieron a Getsemani a orar, Jesús se aparto del grupo y se puso a orar en una roca, como el conocía que seria entregado esa noche y crucificado, en su angustia fue consolado por un ángel y en su angustia sudo sangre, esto es relatado por el evangelista San Lucas («Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra” .(Lc. 22,44).) y es descrito su sufrimiento también por el evangelista San Marcos (“Mi espíritu está triste, hasta el punto de morir”. (Mc. 14,34).).
Esa noche fue traicionado con la señal de un beso en la mejilla por 20 monedas de plata y hecho preso.
Actualmente en este sitio hay varios arboles de olivo los cuales están protegidos por medio de rejas, en la roca donde estuvo postrado se construyo un basílica (basílica de la agonía) la cual se encuentra en custodia de la orden franciscana, un letrero en el interior indica que fue construida en base a limosnas de los mas pobres de 16 naciones, en el interior de la basílica se encuentra al centro tras unas protecciones la roca donde se dice que Jesús se postro a orar.
Es curioso el olivo conforme va creciendo va ensanchando su tronco y se llena de cicatrices y grietas de tal manera que los arboles mas viejos son los que tienen los troncos mas grandes, espectaculares y ensanchados, su esperanza de vida es de 2,000 años, por ese motivo los mas antiguos se encuentran protegidos en Getsemani.
Aquí les dejo el extracto de este pasaje:
Extracto nuevo testamento, Lucas 22:39 al 22:53.
Jesús en Getsemaní
39 Y saliendo, se encaminó, como de costumbre, hacia el monte de los Olivos; y los discípulos también le siguieron. 40 Cuando llegó al lugar, les dijo: Orad para que no entréis en tentación. 41 Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas, oraba, 42 diciendo: Padre, si es tu voluntad, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 43 Entonces se le apareció un ángel del cielo, fortaleciéndole. 44 Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra. 45 Cuando se levantó de orar, fue a los discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza, 46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación.
Arresto de Jesús
47 Mientras todavía estaba El hablando, he aquí, llegó una multitud, y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos, y se acercó a Jesús para besarle. 48 Pero Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? 49 Y cuando los que rodeaban a Jesús vieron lo que iba a suceder, dijeron: Señor, ¿heriremos a espada? 50 Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. 51 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Deteneos! Basta de esto. Y tocando la oreja al siervo, lo sanó. 52 Entonces Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los oficiales del templo y a los ancianos que habían venido contra El: ¿Habéis salido con espadas y garrotes como contra un ladrón? 53 Cuando estaba con vosotros cada día en el templo, no me echasteis mano; pero esta hora y el poder de las tinieblas son vuestros.
En el rumbo 